Contra
todo pronóstico, luego de su lanzamiento mundial este añode la mano de la disquera Arepa Music, entre numerosas y
emotivas reseñas internacionales, uno de los discos menos convencionales de la
escena rockera venezolana se posiciona entre los primeros diez de una lista de
los mejores veinte discos de España y Latinoamérica.
Es inevitable no rendirse ante la franqueza
de la belleza del arte en un mundo que va dando tumbos en su vorágine por
satisfacer el apetito por lo inesperado. Esta era postmoderna nos ha atiborrado de
conceptos y estándareSde todo tipo y con ello innumerables avances tecnológicos,
simplificándonos la vida cotidiana, tanto así que hasta la forma de conocer, disfrutar y consumir música también
ha cambiado para nuestro “confort.” Ahora podemos acceder desde la intimidad de
nuestros gadgets, tan solo con un
clic, a un universo de posibilidades infinitas donde irremediablemente suele
tropezarse uno con espléndidas sorpresas. Este es el caso del disco Breve
casi eterno de Sofía Insomnia, una banda venezolana muy curiosa, porque
esta divorciada por completo del “correcto proceder” del actual y muy prolífico
panorama rockero de ese país. El no apostar por “lo seguro” o por “lo obvio” en
ese lugar común del simplismo complaciente, llama poderosamente la atención,
sobretodo en ellos que radican en Venezuela, donde en los últimos años aunque
ha habido un auge importante en lo que respecta al genero rock (mayor número de
bandas, numerosos y variados festivales, y plataformas de difusión),
paradójicamente este boom parece haberse estancado en el hecho meramente comercial
dedicado a cautivar masas, cuidándose de
tomarse ciertos atrevimientos que podrían comprometer su relación afectiva con
el público. Es en este punto en donde la
cosa se pone interesante; tratar de etiquetar a esta agrupación tan inusual,
(una suerte de antihéroes sin noción de su condición) dentro de ese “caldo” de
artistas con apetencia de triunfo y éxito, resulta imposible, tanto así que
pareciera que procedieran de otras latitudes o simplemente son un premeditado error que nos hace
voltear la mirada hacia otro lado, hacia otras maravillas para mostrarnos
aquello de lo que normalmente huimos.
Estos amigos desafían todo prejuicio, se
la juegan con el arte y lo hacen descaradamente, sin embargo, su propuesta posee elementos que te atrapan inmediatamente,
podríamos ubicarlos dentro de ese entramado paisaje de la cultura pop, poseen
méritos para eso, pero hay algo en su estética y en ese sonido inaudito
definitivamente cargado de un refinado dramatismo que te arrebata la
posibilidad de conceptualizarlos por completo. Aparecen de repente con ese
disco hermoso, desde el empaque (una minuciosa caja de pandora fotográfica,)
hasta la textura de sus canciones (un sin fin de imágenes poéticas, que te
tocan emocionalmente). El disco te secuestra, te seduce con esa deserción de lo
externo, ese dejarse a la intemperie, ese idioma de lo invisible que se percibe en
sus diez tracks. No es para menos que la revista Ecos del Vinilo que nos tiene
acostumbrados a lo mas interesante de la música mundial, haya colocado a este
raro y extraordinario disco entre los primeros diez de una lista de veinte
grandes discos de España y Latinoamérica del 2014, al lado de gigantes como
Nacho Vegas y Vetusta Morla, y figurando entre dos discos de la
disquera del reconocido productor argentino Tweety Gonzalez. Es un disco emotivo
hasta el extremo, tanto así que acabas enamorándote de su neblina. Es de esas
manifestaciones artísticas que no obedecen al tiempo, que no caducan; son canciones
que parecieran provocarte, logra uno reconocerse de muchas formas en ellas,
tienen ese expectante gesto de la vida… Breve
casi eterno.
Ricardo Portmán, investigador musical
y editor de la revista musical internacional Ecos del Vinilo, realizó recientemente una íntima entrevista a la
agrupación caraqueña de dark rock Sofía Insomnia, tras escuchar su ópera prima Breve casi eterno y quedar cautivado con
su sonido, voz, lírica y performance. Con estas muy significativas palabras
introduce su artículo:
“Tan real que duele. Tan profundo que marca y
cauteriza. Breve Casi Eterno es
una obra concebida para no ser incluida en calendarios ni portar rótulos
prefabricados. Los sonidos que emanan de Sofía Insomnia son totalmente atemporales y esa cualidad
termina por seducir sin posibilidad de retorno. Es un viaje de estampas, donde
lo existencial, lo mántrico y lo metafísico convergen en un punto focal que
genera una colección de temas dark y post punk que están (afortunadamente) por
encima de los cánones de lo políticamente correcto. Sofía Insomnia es un ente
artístico en sí mismo, surgido de la inspiración original de Kara Febles (voz) y Moisés Flores (guitarras). De la
pluma de la pareja han brotado todas las composiciones de la banda.”
“Breve Casi
Eterno ha transitado un camino nada convencional desde su lanzamiento en el
2012. Dos años después sigue calando hondo cuando otras producciones languidecen
en los cajones de saldos. Sofía Insomnia, fieles a su condición de rara avis, no pierden su tiempo con
prisas ni concursos de popularidad; el suyo es un lienzo sonoro con un impacto
lírico que muta constante, dependiendo de la distancia con que se mire y
escuche”. (Ricardo Portmán- Ecos Del Vinilo)
Para Portmán Breve casi eterno es sin
duda alguna una obra de arte. En sus redes sociales escribió textualmente: “Para
quienes temen por los signos vitales de la música como forma de arte, les
invito a renovarse con el oscuro bálsamo de la banda Sofia Insomnia. Su
propuesta es madura, profunda, poética y frontalmente emocionante. Artistas
como ellos invitan a replantearse muchos conceptos.”
Ricardo Portmán afirma que los
venezolanos Sofía Insomnia le devuelven la credibilidad y pasión al post punk
con sus fértiles melodías emparentadas
con lo lírico y letras que escapan del verbo fácil para ahondar en el
existencialismo. Es por ello y por todo lo antes
dicho que su disco Breve casi eterno se encuentra entre los 20 mejores de 2014 de
España y Latinoamérica.